Literatura Española, 1 Bachillerato

Literatura Española

Bachillerato

Autores:

Salvador Gutiérrez

Joaquín Serrano

Jesús Hernández


Bueno

Adjetivo de dos terminaciones (bueno, -a).

En cuanto a la expresión del grado, no ofrece mayor complicación el comparativo de igualdad (tan bueno como), pero sí conviene precisar ciertos aspectos en relación con el comparativo de superioridad y con el superlativo absoluto.

- El comparativo de superioridad más bueno es de uso coloquial y se reduce a algunas expresiones, como ser más bueno que el pan, si bien la forma correcta es mejor: Te deseo mejor (no *más buena) suerte que la mía.

- Por lo mismo que no es admisible *más bueno, tampoco se acepta *el más bueno; es decir, el superlativo relativo que corresponde a bueno es el mejor: Luis es el mejor pívot del equipo (no *el más bueno pívot del equipo).

- Para el superlativo absoluto, existen varios recursos:

- el sufijo -ísimo. La forma irregular bonísimo es poco corriente y se reduce a la lengua escrita; en el uso común es más habitual buenísimo;

- el adjetivo culto óptimo, que tiene un valor enfático especial (‘que no puede ser mejor’). Al igual que bonísimo y buenísimo, no debe incrementarse con más (El rendimiento de este ordenador es óptimo, no *más óptimo).

Cuando precede a un sustantivo masculino, se apocopa (o acorta) en buen, al igual que sucede en el caso de malo: un buen médico, un buen resultado…

Además, cuando es aplicado a personas, bueno adquiere significados distintos según se anteponga o posponga a personas; por ejemplo: un buen hombre es una persona que no hace mal a nadie, mientras que un hombre bueno posee una bondad superior a la de otros.