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Imperativo
El imperativo es un modo verbal que indica ‘mandato’, de ahí que sus dos únicas formas sean de segunda persona.
La segunda persona del singular se caracteriza por la ausencia de -s final (canta, corre, sigue…); por tanto, debe evitarse la forma *oyes, considerada como un vulgarismo.
En cuanto a la segunda persona del
plural, presenta la peculiaridad de acabar en -d (cantad,
corred, seguid…). Así pues, es incorrecto
el uso del infinitivo acabado en -r, en su lugar.
Cuando a la segunda persona del plural se une un pronombre átono,
la -d final se pierde, de manera
que amad se convierte en amaos; volved, en volveos;
venid, en veníos; etc. No obstante,
existe una excepción: id (del verbo ir) →idos (no *íos).
En aquellos casos en los que el mandato es negativo, el imperativo se sustituye por el presente de subjuntivo: no vengáis (en vez de *no
id).
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