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Plural de voces extranjeras
Las voces extranjeras que ya forman parte del léxico de nuestra lengua no ofrecen problemas en cuanto a la formación del plural, pues se acomodan a las reglas generales: carné → carnés, penalti → penaltis, sándwich → sándwiches, etc.
La vacilación surge cuando se trata de palabras que todavía se sienten como extranjeras.
Cuando el singular acaba en consonante, lo habitual es hacer el plural en -s: ballet ballets, camping → campings, complot → complots, pub → pubs, set → sets, etc. Pero si esa consonante final es una -s o una -x (variante de -s), el plural se forma mediante -es: fax → faxes, flash (pronunciado [flas])→ flashes…
En caso de que el singular termine en consonante
+ -y, para formar el plural se añade -s (no -es): hippie o hippy→ hippis o hippys, hobby→ hobbys,
rally → rallys…
Las palabras chándal, club, córner o debut, plenamente
incorporadas al castellano y que, conforme a lo que es habitual
en español, deberían tener un plural en -es
(chándales, clubes, córneres y debutes), sin
embargo, al hablante le resultan forzadas estas formas y se
suele decantar por chándals, clubs, córners y debuts.
En el caso de los latinismos, la Real Academia recomienda mantenerlos invariables en plural (el campus → los campus, el currículum → los currículum, el déficit → los déficit, el hábitat → los hábitat, el referéndum → los referéndum…), pero, en el uso, existe una importante fluctuación; por ejemplo: currículums/curricula/currículos, referendums/referenda/referendos, memorandums/memoranda/memorandos.
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